Enviado especial, Durban.
La costarricense Christiana Figueres, jefa de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, no tiene ninguna duda sobre el éxito de Durban.
En honor a Mandela: Siempre parece imposible hasta que se hace. Y está hecho".
No fue nada sorprendente que Figueres sonara tan llena de júbilo, tras tres noches completas de sesiones, sumadas a dos semanas de duras negociaciones a cargo de delegados de 194 países. La reunión se prolongó por dos días más de lo programado.
Un acuerdo lucía difícil de alcanzar hasta el último momento. Sólo las charlas de último momento en el medio del salón de conferencias permitió que las delegaciones de India y de la Unión Europea (UE) acordaran redactar un texto aceptable para ambas partes.
Promesas voluntarias
"Es inmoral pedirle a los países en desarrollo que nos vendamos por US$100.000 millones"
Claudia Salerno, embajadora de Venezuela
Crucialmente, por primera vez se alcanzó un trato que podría - con el tiempo – forzar legalmente a todos los principales emisores de gases de efecto invernadero, incluyendo China, EE.UU. e India, a tomar acciones para reducir el calentamiento global.
Brasil, Argentina y Colombia estuvieron particularmente activos en Durban para lograr esto: aceptaron el plan propuesto por la UE de extender el Protocolo de Kioto a un segundo período, bajo la condición de que hubiese algún tipo de acuerdo en 2015 para que entre en vigor un nuevo régimen en 2020.
Brasil, el cuarto mayor emisor del mundo (si se incluye la deforestación), ya se comprometió por sí solo a unos ambiciosos objetivos voluntarios de reducir sus emisiones para 2020.
"Tenemos un resultado robusto, un texto excelente acerca de una nueva fase en la lucha internacional contra el cambio climático. Apunta claramente hacia la toma de acciones", indicó el enviado brasileño sobre el clima, Alberto Figueiredo.
Muchos otros países latinoamericanos también asumieron promesas voluntarias, más notablemente México, Colombia, Chile y Costa Rica. Sin embargo, si las negociaciones de los venideros meses terminan siendo exitosas, entonces todos los países latinoamericanos podrían quedar obligados por un trato internacional a recortar sus emisiones para 2020.
"Una farsa"
"Tenemos un resultado robusto, un texto excelente acerca de una nueva fase en la lucha internacional contra el cambio climático. Apunta claramente hacia la toma de acciones"
Alberto Figueiredo, enviado brasileño sobre el clima
La embajadora de Venezuela, Claudia Salerno, quien obtuvo mucha publicidad en la conferencia de 2009, también fue dramática en su intervención durante la noche final en Durban.

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